martes, 19 de junio de 2012


Odio ponerme tu camiseta azul y que me quede jodidamente enorme.Que te rías de mí y me llames pequeñaja y mocosa a todas horas. Que puedas cogerme por la cintura y cargarme sobre tu espalda como si pesara cinco kilos en vez de cincuenta. Odio tus manos grandes,el lunar que tienes justo detrás de la oreja y esos ojos tan oscuros como la noche en la que quisiera perderme. Odio como mi espalda parece encajar en tu pecho, como si alguien la hubiera diseñado expresamente para eso. Odio tu tono de voz, cómo te inclinas hacia mí para hablarme bajito y el olor que tu mierda de tabaco me deja en el pelo, porque al final parece que huelo a ti.
Y de verdad que odio oler a ti, porque cuando ya no estás, es como si todavía estuvieras por aquí y eso no me deja pensar en otra cosa que no seas tú

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